Presente-pasado: un breve recorrido histórico sobre la guerra

fomenta la reflexión acerca de la guerra en el presente, los diferentes tipos de conflictos violentos y sus consecuencias.

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Última Actualización:

4 de Septiembre de 2024 a las 18:41

 

Presente-pasado: un breve recorrido histórico sobre la guerra

Aprendizaje esperado: fomenta la reflexión acerca de la guerra en el presente, los diferentes tipos de conflictos violentos y sus consecuencias.

Énfasis: reflexionar sobre la presencia de la guerra en el mundo actual.

¿Qué vamos a aprender?

En esta sesión reflexionarás sobre la presencia de la guerra en el mundo actual.

Ten a la mano tu lápiz o bolígrafo, cuaderno, hojas blancas, colores, pegamento y tu libro de texto para profundizar y ampliar tus conocimientos acerca del tema.

¿Qué hacemos?

Para iniciar con el tema del día de hoy, leerás un fragmento del libro Guerra y paz en el siglo XXI, de Eric Hobsbawm. Presta atención a la siguiente reflexión que hace este historiador británico sobre la guerra en este tiempo.

Inicia la lectura:

El siglo XX ha constituido el periodo más extraordinario de la historia de la humanidad, ya que en él se han dado, juntos, catástrofes humanas carentes de todo paralelismo, fundamentales progresos materiales, y un incremento sin precedentes de nuestra capacidad para transformar, y tal vez destruir, la faz de la Tierra. ¿Cómo habremos de pensar esa pasada “edad de los extremos” o las perspectivas futuras de la nueva era que ha surgido de la antigua?

El siglo XX ha sido el más sangriento en la historia conocida de la humanidad. La cifra total de muertos provocados directa o indirectamente por las guerras, se eleva a unos 187 millones de personas, un número que equivale a más del 10 por ciento de la población mundial de 1913. Si tomamos el año 1914 como punto de partida, el siglo XX ha sido un siglo de guerras casi ininterrumpidas, a excepción de algunos breves periodos sin conflictos armados organizados en todo el planeta. Ha sido un siglo dominado por las guerras mundiales, guerras entre Estados territoriales o alianzas de Estados. Podríamos considerar incluso el período comprendido entre 1914 y 1945 como una sola guerra.

A este episodio le sucedieron, casi de inmediato, cuarenta años de Guerra Fría […] Cabe discutir si las acciones en las que se ha visto envuelto el ejército de Estados Unidos [de América] desde el final de la Guerra Fría en diferentes zonas del planeta no son, en el fondo, una continuación del periodo de guerra mundial. Sea como fuere, nadie puede negar que, en Europa, África y el Asia central y occidental, los años noventa estuvieron marcados por los conflictos militares, bien declarados, bien encubiertos. El mundo no conoce la paz desde 1914, ni siquiera ahora.

En las dos guerras mundiales de la primera mitad del siglo se vio envuelta toda la población de los países en liza, y sufrieron del mismo modo militares y población civil. A lo largo del siglo, sin embargo, el peso de la guerra ha ido recayendo más y más sobre los hombros de los civiles, que no sólo eran las víctimas del conflicto, sino también el objetivo de las operaciones militares y político-militares.

El contraste entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda es sobrecogedor: solamente el 5 por ciento de las víctimas de la Primera Guerra Mundial eran civiles; en la Segunda, el porcentaje se elevó hasta el 66 por ciento. En la actualidad, la proporción de víctimas civiles de cualquier guerra se sitúa entre el 80 y el 90 por ciento del total, y esta cifra ha aumentado desde el fin de la Guerra Fría porque muchas de las operaciones militares que se han llevado a cabo desde entonces no han correspondido a ejércitos de soldados de reemplazo, sino a tropas regulares o irregulares, las cuales, en muchos casos, disponían de armamento de última generación y se protegían para evitar bajas.”

Hasta aquí la lectura.

Como has estudiado, las guerras han estado presentes de manera constante en la historia de los seres humanos, y como todo fenómeno humano, se han transformado a través del tiempo: han cambiado las causas por las que se lucha, la manera en que se integran y organizan los ejércitos y las armas que se utilizan. La constante en la historia de las guerras son las víctimas.

Las causas son muy diversas. A veces surgen de la oposición a un gobierno, por su autoritarismo, o porque se considera que es un régimen ilegítimo. En otros casos, las guerras se han desatado porque distintos grupos quieren controlar el mismo territorio o el acceso a un recurso estratégico.

Las formas también han cambiado, por ejemplo, en el siglo XVI, con la incorporación de la pólvora a la guerra, los ejércitos pasaron a enfrentarse en posiciones a campo abierto para que los proyectiles pudieran realizar un recorrido adecuado.

En estos casos, las batallas se daban casi siempre en campos abiertos entre ejércitos más o menos profesionales; pero la población civil era dejada de lado durante los enfrentamientos.

Claro, la población del perdedor tendría que sufrir diferentes agravios, pero no existía una visión de atentar contra la población civil o no combatiente.

Sin embargo, esto cambió tras el estallido de las dos Guerras Mundiales.

Por ejemplo, en la década de 1860, los rifles más modernos podían disparar siete tiros en 15 segundos. Las metralletas utilizadas durante la Primera Guerra Mundial podían disparar hasta 600 balas por minuto, de ahí que, durante el primer día de la batalla del Somme, en Francia, murieran 60 000 soldados.

La Segunda Guerra Mundial culminó con el lanzamiento de dos bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, provocando la muerte de más de 100 000 personas. La ciencia daba a la humanidad la posibilidad de destruir al mundo.

Así, con la unión de la investigación científica, la industria armamentista y las preocupaciones por la seguridad nacional, las armas se han vuelto cada vez más sofisticadas y letales.

Sobre las armas durante la Primera Guerra Mundial, se te invita a revisar el siguiente video.

  1. Las armas químicas en la Primera Guerra Mundial.
    https://www.youtube.com/watch?v=la2UN8-jZeY
    Revisa del tiempo 00:25 al 05:00.
    Como viste en el video la llamada Gran Guerra, la guerra que acabaría con todas las guerras, no cumplió con su propósito. Este conflicto incluso fue un tránsito hacia lo que conoces como una “guerra total”, es decir, aquellas guerras en las que se busca la destrucción de la economía y la moral de la sociedad civil para obligar a los gobiernos a rendirse. Pero esta visión sobre la guerra no surgió espontáneamente.
    Como estudiaste en sesiones anteriores, en la década de los años 20 del siglo XX afloraron ideas nacionalistas radicales diferentes a las que se habían visto en el siglo anterior pues el fascismo, una ideología profundamente radical en su ultranacionalismo y su racismo, llevó a que sus miembros, sobre todo los de la Alemania nazi, consideraran a otras personas como seres despreciables e inferiores, cuya vida no valía.
    La mayor expresión de esto se dio tanto en la ofensiva alemana contra los soviéticos, en donde arrasaron con poblaciones enteras, así como en los campos de concentración y de exterminio, en donde confinaban a judíos, comunistas, homosexuales y demás personas que consideraban non gratas.
    Como recordarás, el final de la Segunda Guerra Mundial no fue nada pacífica. Masacres y violaciones masivas en las poblaciones vencidas, bombardeos continuos a poblaciones civiles y el estallido de las bombas nucleares significaron tanto el triunfo de los aliados como el momento culminante de la brutalidad humana en la guerra.
    La posesión de las armas nucleares marcó una nueva pauta en la historia de las guerras en el mundo. Además, las personas comenzaron a reflexionar y cuestionarse sobre la función política que había tenido la ciencia en la elaboración de armas de destrucción masiva. ¿A dónde había llegado el progreso, a ver a la humanidad destruyéndose a sí misma? ¿Cómo sería el futuro?
    Durante todo el periodo que duró la Guerra Fría se marcó una tensión constante entre las dos superpotencias del momento ante el temor por una y otra parte de que se iniciará una guerra nuclear que afectará al mundo entero.
    Pero, la caída del bloque soviético tampoco terminó con las tensiones producidas durante la Guerra Fría.
    Tras el fin de la Guerra Fría muchos países que se encontraban como un territorio de disputa entre las dos superpotencias pasaron a tener problemas, tanto en el interior de su territorio como en el exterior, por consolidar sus independencias. Uno de estos casos es el de la guerra de los Balcanes, ocurrida en 1991.
    En efecto, Yugoslavia era una nación conformada por distintos grupos étnicos o naciones bajo un régimen comunista. Tras la caída de la Unión Soviética, los movimientos nacionalistas existentes comenzaron a manifestar sus deseos de constituir sus propias naciones.
    Estos nacionalismos eran muy diferentes entre sí. Por ejemplo, los serbios eran en su mayoría cristianos ortodoxos; los croatas, cristianos católicos; los bosnios y albaneses, en su mayoría, musulmanes.
    Pero, el problema no estaba sólo en la enorme variedad étnica. Serbia, la república más grande, tenía a su población dispersa entre las otras repúblicas: Kosovo, Croacia, Bosnia, Montenegro, Macedonia y Eslovenia. Debido a esto, surgió un movimiento nacionalista que quería formar una gran Serbia, para lo cual debía incorporar muchos territorios.
    El conflicto comenzó en Kosovo, un territorio donde la población albanesa estaba desplazando demográficamente a los serbios. Pronto, Serbia ocupó el territorio, tras lo cual Eslovenia, Macedonia y Croacia declararon su independencia. De éstos, sólo Croacia tenía una importante cantidad de serbios que se negaron a la independencia, por lo que Serbia intervino en el proceso, desencadenando una guerra. El resultado fueron decenas de miles de muertos y la independencia total de Croacia.
    En febrero de 1992, Bosnia declaró la independencia del país. Pero aquí también hubo problemas debido a la composición multiétnica: había bosnios musulmanes, bosnios croatas y bosnios serbios, por lo que Serbia declaró la guerra a Bosnia.
    Serbia contaba con una superioridad militar que le permitió apoderarse de muchas poblaciones bosnias, en las cuales realizaron masacres o “limpiezas étnicas”.
    Pronto, con la intención de aumentar su presencia en Europa del Este, el gobierno norteamericano y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) apoyaron a los croatas y bosnios contra los serbios.
    En 1995, los serbios firmaron un armisticio con las naciones en conflicto. El saldo de los 3 años de guerra fue de más de 100 000 muertos y casi 2 millones de desplazados; la mayoría de las víctimas eran de origen bosnio-musulmán. Pero el conflicto en los Balcanes no terminó ahí.
    En febrero de 1998 estalló la guerra de independencia en Kosovo, donde la mayoría de la población era de origen albano. Con apoyo de la OTAN, Kosovo logró su independencia con un saldo de 13 500 muertos y cientos de desplazados, aunque hoy en día algunos países de la región no lo reconocen como país independiente.
    A pesar de que la guerra de los Balcanes no tuvo el impacto de la Segunda Guerra Mundial, no fue así a escala regional, donde los miles de refugiados tuvieron que pedir ayuda humanitaria en otros países y a organizaciones internacionales, con la esperanza de rehacer sus vidas en algún momento.
    Como la última guerra del siglo XX en Europa, la guerra de los Balcanes mostró que los nacionalismos estaban muy latentes; que las diferencias étnicas y, sobre todo, la discriminación y el odio hacia los pueblos diferentes, seguían siendo una excusa para iniciar conflictos bélicos.
    Antes de continuar, se te invita a revisar el siguiente video.
  2. Diferentes, pero todos importantes.

https://www.youtube.com/watch?v=u1HYE-HNVGQ

Revisa del tiempo 01:01 al 02:44 y del 03:05 al 03:35.

Como se mencionó en el video, el respeto por la interculturalidad es el primer paso para la solución de conflictos por la vía pacífica. Si este principio hubiera imperado en la guerra de los Balcanes, ¿se hubieran podido evitar tantas atrocidades?

Seguramente sí.

En el día a día, en diferentes partes del mundo se están viviendo diferentes guerras que provocan grandes sufrimientos, como la muerte de hombres, mujeres y niños; desplazamientos; hambre y enfermedades; la destrucción de pueblos y ciudades, y el consumo de bienes y recursos. Por ejemplo, el año 2020, no estuvo exento de conflictos. El 12 de julio de ese año estalló una guerra entre Armenia y Azerbaiyán, países localizados en la región del Cáucaso, una zona de transición entre Europa y Asia.

Ambos pueblos son muy diferentes. Los armenios han habitado en esa región desde hace siglos, con su propio idioma y tradiciones, aunque adoptaron el cristianismo desde muy temprano. Por otro lado, los azeríes son de origen turco. Durante la existencia del Imperio turco-otomano, los armenios sufrieron una dominación mayor.

En el contexto de la Primera Guerra Mundial, acusados de colaborar con el Imperio ruso, pero también por un sentimiento nacionalista turco antiarmenio, el gobierno de Turquía perpetró un genocidio hacia la población armenia, matando a más de millón y medio personas.

En la década de los años 30, la Unión Soviética se había apoderado de la región, dividiéndola en tres países: Armenia, Georgia y Azerbaiyán. Pero, debido a que los armenios exigían su independencia total, la región armenia de Nagorno Karabaj fue cedida a Azerbaiyán.

Tras la disolución de la Unión Soviética, ambos países entraron en guerra por controlar la región, siendo victoriosa Armenia tras convertir a Nagorno Karabaj en un Estado títere.

Esta situación ha planteado tensiones entre los países de la región, pues Rusia apoya a los armenios mientras que Turquía lo hace con los azeríes.

Así, durante el siglo XXI se han dado esporádicos enfrentamientos entre las fuerzas armadas de uno y otro país. Aunque, afortunadamente el conflicto no ha escalado, sí ha habido grandes afectaciones entre la población civil, que ha sufrido los bombardeos y el miedo ante la guerra.

A lo largo de la historia, se han realizado esfuerzos para evitar la guerra.

Personajes como el dirigente afroamericano Martin Luther King abogaron por la no-violencia. También se ha recurrido a las negociaciones: la Convención de Ginebra (1864 y 1949) prohíbe las armas químicas, por ejemplo, y el Tratado de Tlatelolco (1967) ha evitado la proliferación de armas nucleares en América Latina.

La Sociedad de Naciones (1920) y su sucesora, la Organización de las Naciones Unidas (1945), se han esforzado por evitar los conflictos bélicos, promoviendo el diálogo entre naciones, condenando las agresiones y protegiendo a los refugiados. Desafortunadamente estos esfuerzos no han logrado su cometido. La guerra sigue, el día de hoy, provocando estragos.

No olvides consultar tu libro de texto u otras fuentes bibliográficas, digitales y audiovisuales que tengas a la mano. Se te invita a visitar también el sitio electrónico del Museo Memoria y Tolerancia, en el que podrás encontrar más información sobre varias de las cosas que has revisado en esta sesión.

El reto de hoy:

Elabora un cuadro como el que se muestra a continuación:

Después, responde las preguntas que aparecen en dicho cuadro.

Finalmente, reflexiona sobre la presencia de la guerra en el mundo actual y anota tus conclusiones.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

*Este material es elaborado por la Secretaría de Educación Pública y actualizado por la Subsecretaría de Educación Básica, a través de la Estrategia Aprende en Casa*

Para saber más:

Lecturas

https://libros.conaliteg.gob.mx/secundaria.html

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