América Latina y el recrudecimiento de la Guerra Fría en los ochenta
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4 de Septiembre de 2024 a las 18:41
América Latina y el recrudecimiento de la Guerra Fría en los ochenta
Aprendizaje esperado: entiende los conflictos centroamericanos de los ochenta como consecuencia del recrudecimiento de las dinámicas de confrontación de ambas superpotencias.
Énfasis: analizar el triunfo sandinista en Nicaragua, el ascenso de Ronald Reagan a la presidencia de EUA y las guerrillas en El Salvador y Guatemala.
¿Qué vamos a aprender?
En sesiones anteriores, has estudiado el impacto de la Guerra Fría en diferentes partes del mundo. Entre ellas, el caso de las dictaduras militares de Sudamérica. En la sesión de hoy, el propósito será: analizar el triunfo sandinista en Nicaragua, el ascenso de Ronald Reagan a la presidencia de EU y los movimientos guerrilleros en El Salvador y Guatemala.
Te invito a tener cerca tu libro de texto, cuaderno u hojas blancas y lápiz o bolígrafo para tomar notas.
¿Qué hacemos?
A diferencia de lo que aconteció en el cono sur, en Centroamérica los conflictos entre tendencias comunistas y las capitalistas financiadas por los Estados Unidos de América desencadenaron cruentas guerras civiles y revoluciones. Esta situación, además de desestabilizar la economía y la política de la región, obligó a mucha gente a migrar y a otras más a tomar las armas. Entre estos últimos, encontramos a muchos profesores, escritores e intelectuales.
En la sección “Leer para conocer”, te compartiré algunos poemas que fueron escritos durante el contexto de las guerrillas en Centroamérica. El primero es del salvadoreño Roque Dalton, titulado “Gar-CÍA”. Dice así:
“Tengo un país que me nace en cada herida,
/que me duele en todo el cuerpo.
Miro al cielo y lo reconozco en mis ojos.
Un país que un día me abandonó, pero que me acompaña en cada paso.
Su recuerdo se hace cicatriz sobre mi piel.
¿Lo podías sentir, amor, lo podías tocar
/cuando rozabas mis labios con tus dedos?
No, no podías. Te pasaba lo mismo que a mí:
Estiro mis brazos, le llamo, pero él se va.
Es su soledad la que me pesa.
Tengo un país que me duele en todo el cuerpo
un país que después de golpearme varias veces
hoy por fin me mata.”
El siguiente poema es del nicaragüense Ricardo Morales Avilés. Se titula “Cuando pierda sus cabellos la burguesía”.
Cuando llegue la aurora y pierda sus cabellos la burguesía
¿me seguirás amando como lo haces ahora
y tendrás la misma luz que hoy tienen tus ojos?
Si para entonces encuentro lugar de reposo
¿seguirás necesitándome y querrás quedarte conmigo?
Tendremos más años y muchos más sueños que hoy
pero quizás podamos pasear por el jardín
conversar bajo un árbol o decirte una canción
tú puedes mirarme a través de la ventana arrancar malas hierbas
o si lo prefieres, jugar con los niños cogidos a tu falda
o podríamos interpretar las estrellas
o coger el hilo y el ritmo a los poemas
o viajar los domingos a cualquier solitario planeta
o despacio caminar por las tardes sobre tibias arenas,
podríamos invitar a los amigos y despedirnos hasta el amanecer
o por el contrario muy serios, estudiar y aprender.
Veríamos juntos cambiar en luz las tinieblas del mundo.
¿Podríamos pedir más?
Cuando llegue ese tiempo
¿seguirás necesitándome y haciéndome compañía?
Voy a esperar tu respuesta
ha sonado el fusil, tengo mucho que hacer”.
El último poema es del guatemalteco Otto René Castillo, llamado “Vámonos Patria a Caminar”:
“Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedaré ciego para que tengas ojos.
Yo me quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos. Tiene que ser así, indiscutiblemente.
Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre
del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.
Ay, patria,
Por ello pido que caminemos juntos. Siempre
con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales,
con el que tenga un corazón para quererte.
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño”
¿Qué temas trataron estos poemas? ¿Qué sensaciones te provocaron?
Roque Dalton fue un poeta nacido en San Salvador, El Salvador, en 1935. Su actividad política le valió la persecución, la cárcel e incluso la interrogación por parte de la CIA. Esto lo llevó al exilio, donde forjaría su carrera literaria hasta que regresó a su país para unirse a la guerrilla del Ejército Revolucionario Popular que buscaba un gobierno comunista en El Salvador. Sin embargo, las disputas al interior de esta organización con uno de sus líderes ocasionaron su fusilamiento en 1975, a la edad de 35 años.
Ricardo Morales Avilés, nació en Diriamba, Nicaragua, en 1939. Se formó como pedagogo en la Universidad Nacional Autónoma de México, y fue profesor de la Universidad Obrera de México y de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Entre 1967 y 1973, formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización que se opuso por la vía armada a la dictadura de la familia Somoza en Nicaragua. Ricardo Morales murió en la prisión de Nandaime el 18 de septiembre de 1973.
Finalmente, Otto René Castillo nació en Quetzaltenango, Guatemala en 1936. Desde joven, militó del lado de partidos políticos de izquierda, y tuvo que partir al exilio en 1954 cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dio un golpe de Estado en su país. En 1966, se incorporó a las Fuerzas Armadas Rebeldes con la misión de divulgar el comunismo entre sus miembros a través de la literatura. Al año siguiente, fue herido y capturado por el ejército guatemalteco, quien lo asesinó.
Como pudiste notar, los tres poetas tuvieron una participación muy similar en los procesos guerrilleros de sus respectivos países. En los tres casos, el problema de fondo era el apoyo que podrían recibir por parte de las dos superpotencias que luchaban por implementar su hegemonía política en la región, los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Desde comienzos del siglo XX, el gobierno estadounidense tenía fuertes intereses en Centroamérica, particularmente en Nicaragua donde el gobierno norteamericano planeó construir un canal interoceánico pues aún no existía el de Panamá. Por esta razón, en 1909 se intentó llegar a un acuerdo con el presidente José Santos Zelaya quien se negó apelando a la defensa de la soberanía nacional.
Sin embargo, debido a la presión estadounidense, se vio forzado a presentar su renuncia en diciembre de ese año.
Después de este hecho, Nicaragua enfrentó una época de inestabilidad política que acabó con la intervención de Estados Unidos de América en 1912, la cual permitió que Adolfo Díaz ocupara la presidencia del país.
En los años siguientes se sucedieron diferentes golpes de Estado y levantamientos armados entre políticos liberales y conservadores.
La inestabilidad motivó a los Estados Unidos de América a intervenir nuevamente en Nicaragua en 1926. Esta situación, aunada a los privilegios económicos que tenían los extranjeros sobre los nicaragüenses, propició el estallido de nuevos grupos armados.
En estos grupos pronto cobró mucha visibilidad, debido a sus logros y carisma, Augusto César Sandino.
En 1928, tras una serie de negociaciones entre algunos rebeldes y los estadounidenses se acordó la paz. Pero Sandino se opuso porque al final era una paz impuesta bajo los términos de una nación extranjera.
Pronto, lo que había iniciado como una guerra civil, se convirtió en una guerra contra del imperialismo estadounidense.
Entonces, las tropas sandinistas entablaron una guerra de guerrillas, mediante la cual, arrebataron posiciones al cuerpo de marines norteamericanos.
Como estos no pudieron derrotar a los rebeldes, crearon una Guardia Nacional formada por nicaragüenses para que se enfrentaran a sus compatriotas.
Sin embargo, las victorias de los sandinistas, la destrucción de importantes propiedades estadounidenses que habían apoyado la intervención; así como la coyuntura ocasionada por la Gran Depresión, obligaron a las tropas extranjeras a abandonar Nicaragua en 1933.
No obstante, Estados Unidos de América mantuvo su injerencia política y nombró al nuevo jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza García, un hombre vinculado a las élites que respondían a los intereses del país del norte.
Somoza organizó el asesinato de Sandino en 1934 y ejecutó un golpe militar en 1936 para destituir al presidente Juan Bautista Sacasa, y erigirse como mandatario de Nicaragua al año siguiente con el apoyo estadounidense.
En las siguientes tres décadas, Nicaragua tuvo un lento crecimiento económico basado, sobre todo, en la exportación de café, azúcar, carne y plátano; beneficiando a las empresas extranjeras que explotaban a los trabajadores locales.
Esta situación, junto con la dictadura impuesta por Somoza y su familia, a quienes heredaría el cargo, motivó el surgimiento de movimientos nacionalistas muy influenciados por la Revolución Cubana.
Entre estos destacan la Juventud Revolucionaria Nicaragüense o el Frente de Liberación Nacional (fundado desde el exilio en Tegucigalpa, Honduras), que, en 1962, se convirtió en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, y que incorporó otras organizaciones revolucionarias como la Juventud Patriótica y la Juventud Socialista.
En el contexto de la Guerra Fría en Estados Unidos de América, después del triunfo de la Revolución Cubana, se acrecentó el temor de la expansión del comunismo en América Latina, lo que llevó a aquel gobierno a intervenir de diversas maneras en Guatemala en 1954, en Chile en 1973 y en Nicaragua, El Salvador y el Caribe en los ochenta.
En esos años, decenas de rebeldes se organizaron en las montañas de Nicaragua y Honduras, donde comenzaron a acumular armas que compraban o recibían de otros países. Algunos, incluso, fueron a Cuba para recibir entrenamiento como guerrilleros.
Pronto, las ofensivas de la Guardia Nacional contra los sandinistas y sus aliados llevaron a que muchos pobladores simpatizaran por los guerrilleros, pues, en su mayoría, eran jóvenes que se habían levantado en armas por lo que consideraban una causa justa.
A partir de 1974, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, junto con otras organizaciones, lazaron una serie de ofensivas guerrilleras contra las tropas nacionales. Para 1979, la represión de las fuerzas de Somoza se intensificó más, por lo cual, los gobiernos de México y Costa Rica denunciaron internacionalmente la violación a los derechos humanos que perpetraba la dictadura.
A pesar de los esfuerzos del gobierno estadounidense porque otros países del continente intervinieran a favor de la dictadura militar, la presión internacional y el éxito de las fuerzas aliadas sandinistas llevaron a la caída de la familia Somoza el 19 de julio de 1979.
El nuevo gobierno encabezaría una serie de reformas a favor de la población obrera y campesina del país. Sin embargo, el surgimiento de movimientos contrarrevolucionarios apoyados por Estados Unidos de América, y el daño económico producido por los años de guerra, marcarían un camino muy complicado para la estabilización del país.
Como se mencionó, para el gobierno estadounidense, el triunfo de la Revolución Cubana, la derrota de Vietnam, la devaluación del dólar, la pérdida del control en territorios como Irán, Angola, Mozambique y Nicaragua, hicieron posible el ascenso al poder a una coalición encabezada por Ronald Reagan, quien sustentó su discurso en el nacionalismo, el anticomunismo y el liberalismo económico.
El gobierno de Reagan intensificó sus acciones en contra del comunismo en el continente americano. Por un lado, financió a las contraguerrillas nicaragüenses para derrocar a los sandinistas, y apoyó a las dictaduras militares sudamericanas.
Como se ha estudiado en otras sesiones. En 1954, comenzó una crisis política en Guatemala con un golpe de Estado que depuso al presidente Jacobo Árbenz. Este hecho fue apoyado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) bajo el argumento de combatir la influencia soviética en la región. A partir de este momento, el país se sumió en una guerra civil provocada principalmente por la privatización de la tierra y el desplazamiento forzado de la población indígena desposeída.
En los años siguientes, muchas de estas poblaciones serían víctimas de masacres y otros abusos inhumanos.
Inició entonces un conflicto entre las fuerzas del estado dictatorial y los grupos armados guerrilleros que operaban fuera de los estatutos de la guerra convencional, es decir, implementando una guerra de desgaste, es decir, evitando el enfrentamiento directo en campo abierto y optando por las escaramuzas de baja intensidad en las regiones más inaccesibles de la selva o la montaña.
El punto más álgido de la crisis ocurrió entre 1981 y 1983, durante el mandato del presidente Efraín Ríos Montt quien, a pesar de haber estado sólo dos años en el poder, ordenó la desaparición forzada y la tortura de numerosas personas, cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad.
Finalmente, el conflicto armado terminó en Guatemala en 1996 con la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y las guerrillas.
En 2013, se realizó un juicio al expresidente y dictador Montt, lo cual, generó un sentimiento de justicia entre la población, aunque la cifra real de víctimas se desconoce todavía.
Por otra parte, el país tampoco ha logrado desarrollar su economía ni fortalecer su democracia, por lo que, la violencia se encuentra en constante crecimiento y las personas siguen siendo desplazadas. Los estragos de la Guerra Fría permanecen en la vida cotidiana de las y los guatemaltecos debido a los gobiernos inestables, los grupos militares y delincuenciales que han adquirido más poder, y la necesidad de migrar por supervivencia.
El caso de El Salvador es similar, ya que los detonadores de los conflictos armados fueron la privatización de la tierra y las políticas agroexportadoras que generaban enormes ganancias para la clase política y las empresas norteamericanas a costa de la mano de obra indígena y campesina.
Desde 1932, tras el golpe de Estado contra el presidente Arturo Araujo, encabezado por el militar Maximiliano Hernández Martínez, y la matanza de más de 25,000 personas, en su mayoría campesinos.
En la década de los setenta y ochenta, diversas crisis sociales y económicas llevarían a El Salvador a una época de inestabilidad que también se valió de la guerra de guerrillas para combatir los abusos del Estado. El levantamiento popular congregó en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional los diversos grupos guerrilleros.
El conflicto terminó con la firma de los acuerdos de paz en 1992 pero al igual que en los casos de Guatemala y Nicaragua, la firma de la paz armada y el establecimiento de gobiernos de corte democrático no garantizaron el fin de la violencia ni del intervencionismo estadounidense, así como tampoco permitieron el desarrollo económico.
El surgimiento de las guerrillas fue una situación que se extendió desde Sudamérica hasta Centroamérica.
Observa un video realizado por el Ministerio de Educación de Costa Rica sobre los temas que se han abordado en esta sesión.
Observa del minuto 04:45 al 10:20.
- Los procesos de democratización en Centroamérica
https://www.youtube.com/watch?v=Y4yyLxcK-9Y
Como apreciaste en la entrevista al escritor Carlos Montemayor, la constante situación de abuso y desigualdad social fue uno de los principales alicientes para el surgimiento de guerrillas y de conflictos armados en México y en diversos países.
Finalmente, en el marco de la Guerra Fría, los grupos beligerantes tomaron posturas en torno a las superpotencias. Si bien, la Unión Soviética intervino de manera un tanto apartada de los asuntos de América Latina, muchos de los movimientos comunistas tuvieron una gran afiliación hacia aquella potencia, encontrando en Cuba, primer gobierno comunista del continente, a un fuerte aliado.
El reto de hoy:
Elabora un cuadro comparativo de tres columnas como el que se muestra en pantalla, donde escribas las características principales de las guerrillas en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Al finalizar, identifica las similitudes en las causas que las originaron, así como en sus consecuencias.
Recuerda que, para realizar este reto, puedes recurrir a tu Libro de Texto. También, puedes investigar en otras fuentes de información que tengas a la mano.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Este material es elaborado por la Secretaría de Educación Pública y actualizado por la Subsecretaría de Educación Básica, a través de la Estrategia Aprende en Casa.
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